Robert Capa in Love

Robert Capa, seudónimo de Endre Ernó Friedmann, y también de Gerda Taro, pseudónimo a su vez de Gerta Pohorylle. Ambos eran fotoperiodistas, él judío húngaro nacido en Budapest y ella de nacionalidad alemana. Ahora esta unión sentimental no dice nada, pero en los años 30 en pleno ascenso de los totalitarismos y del nazismo en particular, era una situación problemática, no solo por conseguir el beneplácito social; sino incluso para conseguir trabajo. De hecho, en aquella década del siglo pasado ningún periódico o agencia de noticias quería contar con sus servicios. Dadas las precarias circunstancias laborales se les ocurrió, por fortuna, recurrir a un pseudónimo que con el paso del tiempo llegó a convertirse en heterónimo, dado que, al ser utilizado por ambos, en la práctica es imposible distinguir las fotografías realizadas por uno u otro o por el supuesto periodista americano cuya identidad fue de su invención. Se especializaron en periodismo gráfico de guerra. Endre cubrió la Guerra Civil Española, el conflicto Chino Japonés, La II Guerra Mundial, pereciendo más adelante en Vietnam en 1954 a los 40 años de edad. Gerta tuvo un final más trágico. Cubriendo la batalla de Brunete en La Guerra civil fue aplastada por un carro de combate, pereciendo en El Escorial.  Tan sólo unos días antes realizó la fotografía de Endre en la Segovia de 1937, que ilustra estas letras y la última exposición del trabajo de ambos en el Capa Center de Budapest que tuve la suerte de visitar en los últimos días. El destino les tenía preparado el más triste y dramático de los finales, pero el testimonio de su trabajo, así como su compromiso con la causa de la información en las peores situaciones permanecerá como un legado maravilloso,  para todas las generaciones atraídas por la noticia y por la belleza de esas fascinantes fotografías en blanco y negro, reflejo de la vida y la muerte de hombres y mujeres intentando sobrevivir en tiempos difíciles, consiguiendo sobrecogernos sin dejar de ser un ejemplo para espíritus inquietos, llenos de pretensiones, obsesionados por hacer un mundo mejor, no dejándose arrastrar por la lamentable postverdad que nos invade. Si tenéis la ocasión de viajar la capital magiar, por supuesto, no dejéis de visitar su espectacular Parlamento, La Basílica de San Esteban, La Sinagoga, el Palacio Real, el Bastión de los Pescadores, La Plaza de la Libertad, El New York Café, La Isla Margarita, muy recomendable realizar un crucero, preferentemente nocturno por el Danubio, asistir a un concierto mientras te tomas tu copa favorita en el Budapest Jazz Club, El Mercado Central, para degustar alguna de sus propuestas gastronómicas, presentarle tus respetos y  agradecimiento eterno a Ferenc Puskas, y por supuesto, a quien ha inspirado estas modestas líneas: Robert Capa In Love.

Robert Capa

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